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La cancha de voley mide 9 m. (ancho) por 18 m. (largo), por lo que cada equipo cuenta con un espacio de 9m x 9m para jugar. La misma se divide en 6 (seis) sectores.
El jugador que saca es el que se encuentra en la posición n°1, y lo hace desde el fondo de la cancha (¡¡¡sin pisar la línea de fondo!!!).


¿Cómo se puede sacar?
Existen diferentes tipos de saques: de abajo, de potencia, flotante, etc. El que Uds. deben dominar es el de abajo, ya que es el más censillo y con muy poca práctica lo pueden ejecutar con bastante precisión.
Oviedad: No hay que olvidarse nunca que para poder jugar es necesario que el saque entre en la cancha del otro equipo, por lo tanto si de abajo metemos casi todos los saques ¿por qué hacer otro más difícil si no lo metemos casi nunca?
Acuérdense que es importante no pegarle con el puño cerrado, ya que la pelota va a salir para cualquier lado, es Mucho mejor pegarle con la mano abierta. De esta manera, se le puede dar más dirección a la pelota (debido a que una mayor superficie de nuestro cuerpo toma contacto con el balón).

¿Cómo recibimos?
“Si no podemos recibir, no podemos jugar” es una obviedad pero es cierta. Por lo cual, la recepción se convierte en la fase de juego más importante para nosotros. Si logramos dominar esto, podremos jugar sin problemas en cualquier momento, aunque no sepamos mucho más del juego.
Los sistemas de recepción más fáciles de aprender son la “M” y la “W”. Se llaman así porque si uno mira la posición de los jugadores en la cancha verá que forman una “M” o una “W”.
¿Qué ventajas tienen sobre otros sistemas de recepción? Principalmente que hay 5 jugadores recibiendo, que si están bien ubicados estarán muy cerca del lugar al que llegan los saques.
¿Qué diferencia tiene utilizar uno u otro sistema? Que si la mayoría de los saques caen en el medio de la cancha o cerca de la red (porque los sacadores del otro equipo no saben sacar bien o no tienen suficiente fuerza) nos conviene utilizar la “W”, ya que ubica 3 jugadores en el medio de la cancha y solo 2 en el fondo ante la eventualidad de que algún saque venga más fuerte. Pero si los sacadores del otro equipo sacan casi siempre al fondo (porque saben sacar) nos conviene la “M”, debido a que ubica 3 jugadores en el fondo y 2 en el medio ante la eventualidad de que algún saque se quede más corto.

¿Qué hacemos después de recibir?
La fase que sigue después de la recepción es: la colocación.
Lo que hay que tratar de hacer es que la pelota (una vez que la recibe cualquiera de los 5 jugadores que conforman la “M” o la “W”) llegue al jugador que está ubicado en la posición número “3” (el colocador). Para que éste decida si la pasa al otro lado o la coloca a sus compañeros para que ellos ataquen.
¿Quiénes son los compañeros que atacarán? Los que estén en las posiciones: 2 y 4. Porque son los que están más cerca de la red. O el que esté en la posición n°6, por si el colocador falla en su intento de armado y la pelota queda por el medio de la cancha.
Para que esto sea posible, los jugadores 2, 4 y 6 deberán estar muy atentos y ubicarse correctamente.


¿Qué es necesario saber para poder realizar las fases anteriores con éxito?
Básicamente hay que dominar el GMA y el GMB. Con ello nos alcanza para recibir, colocar y pasar el balón al otro campo.
El remate es importante aprenderlo para el ataque, pero el GMA, bien realizado, puede servirnos para tal fin. Por lo tanto, primero hay que dominar los golpes básicos para de esta forma, lanzarnos luego al aprendizaje del remate en profundidad. (Este apartado lo encontrarás en el apartado «técnica» de la web.